Cómo no podía ser menos, el caso acabó en comisaría.
¿Cómo reaccionarías si te organizan tus amigos una despedida de soltero así??
La llamada telefónica resonó en la comisaría de Salamanca el pasado viernes, hacia las 14.45 horas: dos encapuchados acababan de secuestrar a un hombre a punta de pistola en pleno cruce de Velázquez con Diego de León, en el corazón del Madrid rico, el barrio de Salamanca.
"Nos aseguramos de que el Colegio de Registradores estaba allí y nos pusimos a esperar a que José Manuel saliera del trabajo. Cuando nos vieron, salieron los de seguridad a preguntarnos qué demonios hacíamos allí. Les explicamos que era una broma, pero no nos quitamos los pasamontañas. Se acercaron dos o tres personas a ver qué pasaba, y luego había varios en un kiosko mirándonos y riéndose", dice.
Total, que José Manuel sale finalmente y "nos lanzamos sobre él... Y durante 20 minutos el tío se lo creyó, se acojonó. Le esposamos y ahí ya empezó a reírse. Le pusimos la bolsa en la cabeza y le metimos a empujones en el maletero... ¡Hasta tuvimos que sacar maletas del maletero! Imagínate qué chapuza de secuestro...".
Condujeron a José Manuel "un par de calles" en el maletero y, en el semáforo de Ventas antes de entrar en la M-30, "nos dimos cuenta de que teníamos sacarlo de allí".
Nueva escena: un encapuchado se baja de un Mercedes negro en medio de un semáforo en rojo, abre el maletero y de él, como si de 'Pulp fiction' se tratara, sale un tipo con una bolsa de plástico en la cabeza que casi no se tiene en pie. El encapuchado la abre la puerta de atrás y le dice: "Hala, sube". El reo no atina: "Tuve que bajarme y meterle a empujones".