Los hogares españoles se resienten y el consumo se estudia a conciencia. En la actualidad las familias españolas deben dedicar un porcentaje creciente de su presupuesto a satisfacer las necesidades más primarias: es la denominada 'economía de crisis' o consumo de subsistencia. Los españoles están cambiando de hábitos para ahorrar dinero, pero... ¿de dónde se recorta más?
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), las partidas en las que un mayor porcentaje de familias están haciendo ajustes son:
- Ocio: casi un 70% de familias declara gastar menos.
- Suministros (gas, agua y electricidad), un 69,8% recorta gastos.
- Vacaciones, ya que más del 66% baja su presupuesto.
- Ropa y calzado, con un 64,2% menos.
Por el contrario, de donde apenas se reduce el gasto es de los tratamientos médicos, alimentación y transporte, partidas de gasto mucho más básicas donde es posible que ya no se pueda recortar.
Haciendo equilibrios con el presupuesto
Los nuevos hábitos de compra y consumo también se reflejan en la nueva ponderación de la cesta de la compra que confecciona el INE para elaborar el IPC.
La OCU destaca que en 2012 aumenta el peso de los porcentajes de presupuesto familiar dedicados a las partidas que menos se recortan, por ser básicas, como es el caso de vivienda, enseñanza y alimentación.
Las subidas del precio de la gasolina y de la luz, gas y tasas municipales explican que las familias, aunque pretendieran ahorrar en esas partidas, tengan que gastar un porcentaje mayor de su presupuesto en pagar suministros de la vivienda (alcantarillado, gas, luz, agua,...) y en transporte.
Por el contrario, partidas que sí se reducen son las comunicaciones (teléfono, móvil, Internet), vestido y calzado, menaje, ocio, salidas (cafeterías y restaurantes), cultura, servicios deportivos y culturales.
Mientras que las partidas destinadas a comprar ropa, calzado, electrodomésticos o automóviles descienden, suben claramente todas las relacionadas con la reparación de estos mismos bienes.
Una cesta de la compra... diferente
La alimentación se sigue llevando un buen porcentaje del presupuesto familiar. Pero el análisis de los expertos de la OCU de los nuevos hábitos de consumo revela que:
- Se consume menos carne, excepto pollo y preparados como la carne picada o la casquería.
- Se reduce el consumo de pescado fresco, aunque avanza algo el congelado y en conserva.
- Pesan menos en el presupuesto familiar el agua mineral, los zumos o los licores.
- Sube el porcentaje de dinero empleado en fruta y verdura.
También se gasta más en comprar bebidas alcohólicas como la cerveza o el vino: es típico de esta economía de crisis que se incremente el consumo de estos productos en hogares, al tiempo que se gasta menos en hostelería (restaurantes, cafeterías y bares).
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