El fabricante de los reactores de la central nuclear advierte de posibles fallos en ciertos componentes
Nuclenor considera que la situación no es peligrosa y que todo se reduce a una mera cuestión técnica.
Central Santa María de Garoña. Capítulo enésimo. Las alertas se volvieron a encender ayer después de que se airease un informe del fabricante de los reactores que equipan a la planta nuclear. En él se alertaba de que éstos podrían tener problemas, que afectarían a la seguridad humana y mediaoambiental, en caso de terremoto. Con ello se pone sobre la mesa un nuevo obstáculo para una instalación sobre la que pesa la duda de la sospecha desde que cumpliera con su vida útil en 2009 y desde que consiguiera una prórroga hasta 2013 otorgada por parte del gabinete Zapatero en contra de la opinión de gran parte de la sociedad alavesa y de los grupos ecologistas.
El problema detectado por General Electric consiste en que se produce una interferencia o fricción de las barras de control con los canales de combustible cuando éstos van a hacer sus funciones de absorción de los neutrones, circunstancia que podría parar la reacción nuclear. Al parecer, el fallo ha sido notificado por la compañía al equivalente americano del Consejo de Seguridad Nuclear -NRC en sus siglas en inglés- y a las empresas que operan con este tipo de diseño, entre ellas la de Garoña, cuya firma gestora, Nuclenor, confirma haberlo recibido el pasado septiembre.