"La victoria está al alcance de tres partidos. A tres semanas de las duodécimas elecciones generales en España desde la restauración democrática, no hay un claro vencedor y quien lo sea subirá al podio por estrecho margen respecto a los dos siguientes. Esta es la fotografía realizada por Metroscopia, que sitúa al PP, PSOE y Ciudadanos con una intención de voto similar, aunque el último sobresale ligeramente. Podemos queda descolgado del grupo de posibles vencedores.
Desde el final del verano el cuatripartito que parecía configurarse en España como nuevo sistema de partidos se desvanece para quedarse en tres, aunque el cuarto, Podemos, dista mucho de ser una fuerza residual. En el informe elaborado por Metroscopia, con un trabajo de campo realizado entre el 23 y el 25 de noviembre, con 1.200 entrevistas, Ciudadanos se mantiene como fuerza política de primer nivel. El salto que dio en octubre, al sobrepasar a Podemos, no solo se ha consolidado sino que se ha colocado al mismo nivel que los dos partidos que han gobernado España, alternativamente, desde 1982. Pero el baile es incesante. El pasado mes el partido de Albert Rivera sobrepasó al PSOE pero en este momento ambos partidos están a la par.
Preocupa la victoria de Rajoy e Iglesias
Mariano Rajoy no tiene nada que ver con Pablo Iglesias. Tampoco sus partidos. Pero los dos están unidos por la “preocupación” que suscita entre una mayoría de los consultados la posibilidad de que una de las dos formaciones gane las elecciones. Un 61% estaría preocupado por la victoria de uno u otro.
Este resultado indica que PP y Podemos son las dos fuerzas políticas que más polarizan a la sociedad española, al menos, con la vista puesta en las elecciones del próximo 20-D. El porcentaje de quienes declaran que en ningún caso votaría a uno de los dos es muy superior al que se expresa en esos términos de rechazo respecto al PSOE y a Ciudadanos. Más del 55% de los consultados nunca votaría al PP y uno de cada tres dice lo mismo respecto a Podemos. Un 39% dice que sentiría esperanza si gana el PSOE. Ese porcentaje se eleva al 47% en el caso de Ciudadanos.
Esta competición es reflejo de la situación electoral del PSOE y de Ciudadanos a los que los sociólogos de Metroscopia otorgan aún margen y capacidad para atraer voto.
No ocurre así, o no de forma tan acentuada, en el PP y en Podemos, cuyo voto va afianzándose si bien los populares experimentan un ligero retroceso. El PP vio crecer sus expectativas durante el punto más álgido del desafío secesionista de las fuerzas políticas catalanas. El trabajo de campo del estudio empezó a realizarse once días después del atentado yihadista en París por lo que los consultados tuvieron margen para vislumbrar las actitudes de cada uno de los partidos. De las mismas ha sobresalido la inhibición del presidente del Gobierno, traducida en la falta de definición sobre la posible aportación de España en el combate contra el terrorismo islamista hasta después de las elecciones.
Ni el terrorismo yihadista, que ha entrado, no obstante, en campaña ni la situación en Cataluña han provocado vuelcos o movimientos bruscos. Tan solo el PSOE mejora posiciones, al subir punto y medio en un mes, en tanto que Podemos consolida el alza que registró en la encuesta previa. Con el PP, Ciudadanos y el PSOE en la misma franja en estimación de voto, con algo más del 22% de los votos y con una décima de diferencia, la “cocina electoral” reviste una especial importancia aunque se trata de un ejercicio de estimación y no de una predicción.
Este estrecho margen en las preferencias provocará que los partidos hagan un esfuerzo denodado en esta campaña, que empieza oficialmente en la noche del próximo jueves 3 de diciembre, para disputar el voto en la franja central. El PSOE será la fuerza política más asediada toda vez que Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida, además de los nacionalistas, van a por los votos del partido que representa Pedro Sánchez. Los socialistas tratarán de convencer a sus potenciales votantes progresistas, que declaran ahora votar a Ciudadanos, que esa fuerza política es “derecha moderna”, pero “derecha”. La importancia de los debates, como el que se celebrará mañana en EL PAÍS, cobra una especial relevancia ante la igualdad extrema en la intención de voto de tres partidos."
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