Bueno, ahora se supone que le seguirán, Arias Cañete y Elena Valenciano, entre otros.

Vaya tinglado que tienen montado los eurodiputados con el famoso plan de pensiones.

Poco a poco se empieza a entender porque cae tan mal el término "casta".

Meyer contribuyó al fondo de pensiones entre los años 2004 y 2009. En una nota, IU señalaba que el eurodiputado se dijo de bajar ayer al conocer que ese fondo actuaba en una Sicav -una sociedad de inversión de capital variable- "y teniendo en cuenta que las Sicav son entidades que pretenden burlar las obligaciones fiscales de las empresas".

Sin embargo, para algunos miembros de la Ejecutiva, no resultaba creíble que el eurodiputado desconociera que este producto financiero se formalizara a través de una Sicav. La rentabilidad, han explicado, era "altísima", tanta que reportaba al beneficiario el cincuenta por ciento del capital invertido, es decir, si se invertían diez mil euros, el eurodiputado ingresaba en su fondo de pensiones 5.000.



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