¿Qué es el “banco malo”?
El “banco malo” no es un banco, sino una gran agencia inmobiliaria.
Esta nueva empresa comprará las viviendas y el suelo que las entidades financieras quieren quitarse de encima.
¿Por qué los bancos quieren liberarse de viviendas y suelo?
Vamos a verlo con un ejemplo:
1) En plena burbuja, un banco presta 10 millones a una constructora para hacer un nuevo bloque de viviendas.
2) La constructora se compromete a devolver al banco los 10 millones + 2 millones de intereses.
3) Como estamos en época de bonanza, la constructora cree que venderá los pisos por 15 millones.
4) Hasta aquí, todos son felices: el banco gana 2 millones en intereses y la empresa constructora venderá por 15 millones lo que le ha costado 12.
5) Estalla la crisis.
6) La constructora no consigue vender los pisos. Incapaz de devolver el dinero al banco, se va a la quiebra.
7) El banco se queda con las viviendas.
8) Hasta aquí, el banco ha puesto 10 millones por el bloque de viviendas.
9) Si el banco sacase esas viviendas al mercado, nadie pagaría más de 5 millones por ellas. El banco decide no venderlas y así evita reconocer pérdidas.
10) Como los bancos españoles guardan miles de millones en “activos tóxicos” (en nuestro ejemplo, el bloque de viviendas) el sistema financiero español está estrangulado. Ningún banco tiene liquidez para hacer nuevos préstamos y nadie en el extranjero se fía de los bancos españoles. ¡Vaya usted a saber cuántos pufos inmobiliarios esconden en sus carteras!
11) El Gobierno crea una empresa que se llama “banco malo” donde inyecta miles de millones de dinero público.
12) El “banco malo” compra el bloque de viviendas por 8 millones. Para el banco original es un chollo: tiene que reconocer pérdidas, pero mucho menores que si vendiese las viviendas al verdadero precio de mercado.
¿De dónde sale el dinero del “banco malo”?
Del bolsillo de todos los españoles. El dinero del rescate europeo servirá para crear el banco malo, pero el rescate no es más que un préstamo que tendremos que devolver con nuestros impuestos.
En teoría, dentro de algunos años, los precios de las viviendas volverán a subir y el “banco malo” podrá recuperar el dinero. Mientras tanto, esta operación consiste en rescatar a los bancos con dinero público.
Los bancos son un negocio muy particular: cuando las cosas van bien, ganan ellos y cuando van mal, los ciudadanos ponen dinero para rescatarlos.
Los beneficios son privados. Las pérdidas son públicas.
Lo más cruel es que el rescate a los bancos saldrá de los impuestos de todos, incluidas las familias que han sido desahuciadas.