La Casa Real, el Ministerio de Educación y la Presidencia de la Junta de Castilla La Mancha, hayan elegido para inaugurar curso escolar un colegio que lleva el nombre de Tomás Romojaro Sánchez.
Para los más despistados aquí os va un resumen resumido de quién es y a que se dedicó a lo largo y ancho de su vida:

Nació en Santander el 19 de mayo de 1907. Abogado e Inspector de Enseñanza Primaria Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento de las provincias de Santander y de Valladolid (1942) y Zaragoza (1947). Delegado Nacional de Provincias desde el 12 de diciembre de 1948 hasta el 5 de abril de 1952. Vicesecretario General de FET y de las JONS desde el 1 de agosto de 1951 hasta el 26 de febrero de 1956. Consejero Nacional, nato por Ex-Vicesecretario General de FET y de las JONS (1958-1964). Consejero Nacional designado por el Jefe del Estado (1967). Procurador en Cortes desde el 16 de marzo de 1943 hasta el 30 de junio de 1977.

Hasta aquí no hace falta ser un sabueso documentalista para haber podido comprobar, si se hubieran puesto a ello que nos encontramos ante , un Alto Cargo de la dictadura franquista que tras el golpe militar de 1936 no paró de acaparar puestos orgánicos y retribuidos, incluso, que ya es para nota,continuo tras la muerte del dictador.
Pero en su dilatada biografía hay un aspecto que hace especial la presencia de los Príncipes en Fuensalida este 17 de septiembre.

Resulta que el 23 de julio de 1969, en su condición de Primer Secretario de las Cortes franquistas, fue el procurador que dio lectura del acta levantada esa mañana en el palacio de la Zarzuela del acto por el que se notificaba al futuro Juan Carlos I el acuerdo adoptado el día anterior en cuya virtud quedaba proclamado como príncipe de España y sucesor a título de Rey.
Como se ve, un viejo conocido de la Casa Real.

En fin, cada cual que saque sus propias lecturas. Lo que es innegable que con iniciativas así solo cabe pensar que o bien el servicio de documentación de la Casa Real, Ministerio y Junta de Castilla la Mancha hacen mal, muy mal, su trabajo o que si sabían quién era y que representaba Tomás Romojaro Sánchez, justo es pensar que algunos pensemos que la memoria histórica de la Jefatura del Estado y del Gobierno es tan selectiva que, por mucho que se empeñen, ya no hay lavado de cara posible que ayude a limpiar algunos pecados originales