andreseljedi escribió:
PUSETE75 escribió:
la verdad que mal pinta la cosa para la gente que se presenta con una edad y sin trabajo y encadenados a un pago imposible de abonar por 20, 30 o 40 años,,,,,
supongo que los que tinen más de 50 años, no tendrán mucha hipoteca pendiente.
no creas ANDRES como muestra un BOTON
Desahucio por ser avalistas
lavozdelsur.es/?p=6959
Antonio e Isabel, matrimonio de 67 y 66 años, respectivamente, temen perder en otoño su piso en la barriada de La Granja tras no poder afrontar su hijo, al que avalaron, las letras de la hipoteca de su casa – Antonio sufre una minusvalía del 99% y es totalmente dependiente de su esposa – La PAH ya trabaja para buscarles una vivienda social
La historia de Antonio Martínez, de 67 años y su mujer, Isabel Ruiz, de 66, lamentablemente empieza a convertirse en algo común en nuestra ciudad.
Estos vecinos de la plaza Algar, de la barriada de La Granja, podrían ser desahuciados de su piso, en el que llevan viviendo 40 años, el próximo otoño. Su delito, el ser avalistas de un préstamo hipotecario que Antonio, uno de sus seis hijos, no ha podido terminar de pagar.
La situación es más sangrante, si cabe, por el hecho de que Antonio sufre una minusvalía del 99% como consecuencia de una trombosis cerebral que sufrió hace tres años, que le obliga a usar una silla de ruedas puesto que es totalmente dependiente de su esposa. Cosas de la vida, Antonio también usa una cánula tras ser operado hace 20 años de un tumor en la garganta, lo que le impide poder hablar con normalidad.
Antes de su trombosis, Antonio tenía un taller de fontanería en La Plazuela, su barrio de nacimiento y de la infancia. Tras salir del taller, todos los días se pegaba largos paseos y los fines de semana de verano los aprovechaba para ir con su mujer a la playa, que le encanta. Eso ya ha cambiado, desgraciadamente. Sus ánimos han bajado, más si cabe desde que conocen su más que probable desahucio. De hecho, hace mes y medio que no quiere ni bajar a la plaza, afirma Isabel.
Hermano de la hermandad de la Yedra, en el salón de su piso no faltan las fotos del Señor de la Sentencia y de la Esperanza, al igual que las de sus hijos y nietos. Paradojas de la vida, una herradura de la buena suerte se sitúa encima de una puerta. “Fue un regalo, -comenta Isabel- pero no nos ha salido buena”.
El origen de la deuda hay que buscarlo siete años atrás, tras el divorcio de su hijo Antonio. Residente en Sevilla, con dos hijos a su cargo, compró un piso que, luego, meses más tarde, pondría en alquiler para comprar otro que le permitiera disfrutar más de sus hijos, ya que el primero estaba muy lejos de su escuela, lo que les obligaba a tener que quedarse en casa de su abuela. Para ello, firmó un préstamo con el banco Santander y, como necesitaba otro aval, sus padres le ayudaron poniendo su piso.
Desgraciadamente, los problemas a la hora de pagar no tardaron en llegar. Primero, porque la persona a la que le alquiló su primer piso, dejó de hacerlo, con lo cual esos ingresos dejaron de llegar. Y después, porque su empresa, dedicada a la instalación de aires acondicionados, le bajó el sueldo. La deuda que actualmente tiene Antonio supera con creces los 300.000 euros, y ahora se ha visto con que el banco va a sacar a subasta sus dos pisos y el de sus padres.
Una vecina de Antonio e Isabel, al conocer la situación del matrimonio, se puso en contacto con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Lorenzo Barba, presidente de la misma, ya trabaja en buscarles un piso social que se ajuste, sobre todo, a las necesidades de Antonio, quién por su minusvalía necesitaría una planta baja. Actualmente viven en un tercero con ascensor, pero el mismo, instalado hace unos años dentro de los planes de rehabilitación de la Junta de Andalucía, y que costó 18 millones de las antiguas pesetas, es demasiado estrecho para poderlo usar con su silla de ruedas. Así, Lorenzo mantendrá esta semana en Sevilla una reunión con la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, para trasladarle éste y otros casos graves que viven decenas de familias en Jerez.
El próximo 18 de junio se procederá a la subasta del piso. Hace siete años, cuando avalaron a su hijo, les tasaron su piso en 100.000 euros. Lorenzo afirma que lo más normal es que ”las dos primeras subastas queden desiertas, por lo que el banco se la adjudicaría en agosto y mínimo el lanzamiento del piso sería en septiembre”.
Lorenzo afirma que el problema del matrimonio, el de su hijo, así como el de otros muchos afectados, es que “no saben realmente qué es lo que están firmando, y de eso se están aprovechando los bancos”.
En cuanto a la posibilidad de paralizar el lanzamiento de la vivienda, Barba afirma que “es muy difícil”, aunque señala que “siempre quedará la posibilidad de hacerle entender al juez que Antonio, en su situación, no puede quedarse ni en la calle ni en ningún otro sitio que no esté adaptado a sus necesidades, por lo que en ese sentido sí que se podrían ganar unos meses”. De todas maneras, la plataforma ya trabaja por encontrarles una nueva vivienda social. “En la calle no se van a quedar”, garantiza.
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