Cinco Días - Madrid - 30/01/2012 - 07:00
Las especulaciones sobre las fusiones bancarias, alimentadas desde hace semanas, entran en su momento clave. El Gobierno deberá desvelar el próximo viernes la hoja de ruta para la reestructuración de los bancos, incluyendo el volumen de nuevas provisiones que tendrán que afrontar las entidades por el ajuste inmobiliario. Se conocerá de forma definitiva si son los 50.000 millones que dejó caer el ministro de Economía, Luis de Guindos, o el montante es distinto. Y cuál será su distribución por entidades.
Los inversores llegarán a ese viernes decisivo con casi todos los datos de resultados de la banca sobre la mesa. Mañana martes, el banco Santander abrirá el turno de la última semana de presentación de resultados para el sector.
Al día siguiente será Banco Popular. El jueves, BBVA divulgará sus cuentas y, sobre todo, las previsiones de cara a 2012. Bankia publicará sus cuentas en días posteriores, una vez conocidas las exigencias del Gobierno.
Las previsiones del mercado son particularmente negativas respecto a los resultados del sector. El consenso de analistas que recoge Bloomberg espera una fuerte caída de los beneficios, respecto al ejercicio anterior. El peor pronóstico es para Popular, para el que mercado espera que anuncie un recorte de los beneficios cercana al 30%. Los analistas no prevén que los resultados de la entidad mejoren durante 2012, pero al mismo tiempo sí que pronostican una estabilización.
En el caso de BBVA, la estimación es de una caída del beneficio por acción en torno al 27%. Sin embargo, los analistas también apuestan por que el banco que preside Francisco González dé un vuelco a la situación durante este ejercicio y los beneficios vuelvan a crecer, a tasas próximas al 5%.
Para la entidad que preside Emilio Botín, la proyección es de un ajuste del beneficio superior al 10% y una estabilización de las cuentas en 2012.