Pero la medida más llamativa de ese decreto será la llamada tasa de reposición cero: desde que arranque el año, no se sustituirá ninguna baja dentro de la función pública, salvo las que afecten a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y a "determinados servicios públicos esenciales", según ha explicado Sáenz de Santamaría.
Y el sueldo de los funcionarios se quedará congelado (según el presupuesto del 2011 que se prorroga automáticamente, al no tener otro) hasta que el nuevo gobierno elabore un nuevo presupuesto.
Salu2.