Un viaje redondo según lo califica el Rey de España, el Papa. Un éxito sin precedentes, porque ganan todos con la JMJ. El Gobierno, la oposición, el país y, sobre todo, la Iglesia. Especialmente la Iglesia española, tan necesitada de una inyección de autoestima y de un subidón de adrenalina y de orgullo creyente.
El Gobierno ha demostrado cintura y ha ofrecido una colaboración total y, a cambio, ha conseguido que el Papa no arremetiese públicamente contra sus políticas.
La oposición le devuelve los favores prestados al cardenal de Madrid, el gran hacedor de las Jornadas.
Y la 'marca España' se consolida en el extranjero, publicitando a tope Madrid, El Escorial y la Semana Santa. Negocio, cultura y fe. Y a coste casi cero. Son muchos más los beneficios que los gastos. Sin contar con la ingente proyección de la imagen de España ante 600 millones de espectadores en el mundo.
Fuente:
elmundo.es
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La única pega, los incidentes, descalificaciones y cargas policiales en la manifestación de los laicos.
Salu2.